Me resultó muy sugerente la historia que desconocía de Anna Karenina y no he podido resistirme a escribir sobre aquello que me hizo reflexionar.
Por supuesto deseo todos y cada uno de
los tocados que lucía Keira Knightley y no me importaría tener
también el vestuario y joyas de ensueño incluidas. Pero, si bien la
moda es fascinante en la película me parece que el mensaje es
también de lo más inspirador.
Para mí el tema de fondo es la
autoestima, o mejor dicho, la falta de autoestima.
En esencia tenemos a una mujer fuerte,
muy avanzada con respecto a sus ideas respecto a cómo quiere vivir
su vida, al margen de los usos y costumbres de su época.
La mujer de finales del XIX no se
planteaba el divorcio, el divorcio era su ruina. “Son leyes hechas
por hombres para beneficiar a los hombres”. La propia Karenina le
insiste a su cuñada para que perdone a su hermano por haberle sido
infiel porque de todos modos se quieren. El hecho de que le haya
puesto los cuernos con la niñera al más puro estilo Jude Law, más
que parecer no tener ninguna importancia es que directamente no la
tiene. Los hombres casados a finales del XIX, (tal y como se refleja
en la película), en cuanto su mujer perdía apetencia sexual o no les
resultara sexualmente atractiva, pasaba a ser; un simple cuerpo con capacidad para el parto, una esclava
responsable del cuidado de la casa y de los hijos, siempre dispuestas
a que sus maridos -con perdón de la
expresión- infieles, bebedores y puteros dispusieran
sexualmente de ellas como una simple ayuda para su propio desahogo
sexual... Y claro, como un día “se quisieron” como ambos “se
quieren” a pesar de todo, el deber de una buena y fiel esposa es
perdonar y dar a luz otro hijo para que la hombría de ese hombre se
vea engrandecida a medida que crece el vientre de su mujer embarazada... A esto
lo llamaban amor.
En este ambiente está el personaje de Anna Karenina, la antítesis, la mujer felizmente casada con un santo varón que la ama y la hizo madre de un hijo. Ella podía ser libre (porque su marido se lo permitía, evidentemente, ya que estamos en el siglo XIX), pero era libre para hacer lo que quisiera y en esta libertad Anna encontró la pasión y el amor.
Había un filósofo llamado Sternberg que sostenía que las relaciones sanas de pareja debían formarse mediante un triángulo equilátero cuyos vértices fueran: intimidad, decisión/compromiso y pasión. Yo no puedo estar más de acuerdo, la perfecta armonía de estos tres elementos crean una relación perfecta. Y es cierto que el amor no son matemáticas, pero si analizamos esta proporcionalidad perfecta colacionándola a la relación de Karennina y su marido, más que un triángulo equilátero nos queda un “churro” muy bien apañado. Mi opinión es que el santo varón no satisfacía la pasión de Anna, aunque fuera perfecto en lo demás. Anna ni sabía (como muchas en su época) lo que era la pasión, me parece precioso que una persona viva ese sentimiento al menos una vez en la vida. Admiro su valentía de dejarlo todo, dejar lo fácil y cómodo de un hogar familiar con un marido rutinario en alcoba por una historia de amor que quiere vivir hasta sus últimas consecuencias.
Así pues, Anna tiene un amante y su amante, haciendo honor al nombre, la ama y ella a él. De este gran amor (y así es como deberían llegar al mundo todos los bebés) nace una hija. Él está absolutamente enamorado de Anna y no cesa en demostrarlo pero la hija es bastarda, no pueden tenerla con ellos. Lo hace todo por ella, todo por hacer feliz a su amante. Pero ella no lo es. Se siente culpable por cómo dejó a su marido, socialmente está arruinada y marginada y eso la desquicicia. Su amante hace todo lo que puede por consolarla pero ella está cada vez más fuera de sí y empieza a beber, a exigir y demandar, disparates de una mujer visceral que no sabe manejar tantas emociones y ama, bebe, grita, se enfada y se vuelve cada vez más celosa y posesiva. Su amante cada vez pierde más libertad voluntariamente, cada vez le cede más de sí mismo para que ella sea feliz, pero ella no le cree. Ella no cree que él la ame como dice, ella cree que él le es infiel, sólo piensa (y lo peor es que también lo dice) que cuando él no está con ella, él frecuenta burdeles y está con otra más joven. Pero resulta que no, que este Don Juan estaba enamorado, no necesitaba más burdeles, ya había ido; ni más mujeres, ya hubo demasiadas. Estaba enamorado, muy enamorado...
Ella
enloquece, por no poder ver a sus hijos cuanto quisiera y por sus
irrefrenables e infundados celos. Tanto es así que se suicida
absolutamente incapaz de asumir que sí, que la aman de verdad su ex
marido y su amante. Absolutamente desbordada por todo lo que le pasa,
por las críticas, los murmullos, por no poder ser vista en público
a penas. Por haberse divorciado y estar con otro hombre en público...
Por vivir, por amar libremente, por elegir qué hacer con su vida todos la acercaron a las vías del tren para mí, pero ella, por no
quererse (y eso que recibía mucho amor) saltó al tren y se mató.
Moraleja: por mucho que un hombre, o incluso dos, te digan eso de "te quiero, te adoro ¿te compro un loro?" Si tú no te quieres, ni estás bien contigo misma para poder recibir amor de otro, estás perdida.
Moraleja: por mucho que un hombre, o incluso dos, te digan eso de "te quiero, te adoro ¿te compro un loro?" Si tú no te quieres, ni estás bien contigo misma para poder recibir amor de otro, estás perdida.
HOY.
¿Realmente
hemos evolucionado tanto las mujeres desde el siglo XIX hasta hoy?
Me
entristece y me enfurece observar demasiados paralelismos entre la mujer de hace
dos siglos y la de nuestros días. Por doquier veo a mujeres carentes
de autoestima y que no sólo carecen de la misma, sino que ni se lo
plantean. Ni se plantean qué les pasa ni por qué narices no pueden
estar solas bajo ningún concepto. La solución siempre es un novio
que refuerce la misma. El que sea. ¿Por qué elegir? Tiene
que ser este, el de justo al lado de mi casa, porque imagínate... Es
que si no estoy con él ya no puedo estar con nadie más en mi vida y
ya ni me caso, ni me puedo ir a vivir con él ni tenemos hijos y lo
peor de todo. ¡Imagínate que se lo lleva otra!, todo el esfuerzo
que YO he hecho para que él sea lo que es y se lo va a llevar otra
por la cara y ya se casarán y serán felices y yo pues con un montón
de gatos, vieja y sola. -Por si
queda algún resquicio de duda estoy siendo sarcástica.
No dejo de horrorizarme en mi interior (porque en el exterior ya he dado esta batalla por imposible tratando de abrir los ojos a personas, especialmente mujeres a las que aprecio, para que no se dejen embaucar. Pero nadie aprende nada por boca de otro y por lo que veo ni aunque lo experimenten una o veintiuna veces) Digo esto porque hay que volver siempre con el mismo ex, cuantas más veces mejor, cada vez duele mejor y hay que seguir haciéndose daño por tener pareja, para superarlo y hacerse fuerte a solas no, pero para tener pareja lo que sea. Bueno y ya si en vez del mismo de siempre puedes enlazar uno con otro cuando te dejan como quién hace punto de cruz para no estar ni un momento contigo y darte cuenta de que tienes un problema de dependencia emocional severo, eso ya es fetén.
¿Por qué opino que NO hemos evolucionado tanto cómo creemos?
Como
decía, me horroriza ver que a día de hoy hay una grave pandemia
extendida; la mujer dependiente. Parece que no hemos evolucionado
mucho desde 1877, desde aquellas mujeres cuyo hito de vida era
casarse y ser desfloradas burdamente para procrear cuanto antes.
Sí
bueno, ¡qué radical eres, qué exagerada! me diréis. Y es que realmente tal vez hemos
progresado en cuanto al sexo y digo tal vez porque ese es otro tema. Pero en lo que respecta a como entendemos y manejamos la libertad femenina, hemos
involucionado si cabe.
No paro de toparme, hasta la extenuación y el hastío personales, con mujeres que no saben estar solas bajo ningún concepto. Es lo único importante en sus vidas, emparejarse. Y así, por tener una pareja dejan algunas sus estudios, otras sus trabajos (“porque a mi novio no le gusta verme de camarera en una discoteca ¿a qué hombre le gusta que babeen por su novia?”), no van de viaje “porque mi novio no me deja, paso de tener bronca”, no salen de fiesta porque “a ver yo tengo novio ahora, no quiero tener problemas”. Dejan a sus amistades apartadas porque ahora tienen novio y eso aunque vaya a durar sólo dos meses es lo más importante, da igual si se ha muerto tu padre o tu periquito Casimiro, ellas ahora tienen novio y el eje de la Tierra es su noviazgo, la misma Tierra rota sólo desde ese noviazgo.-Por si hay duda estoy siendo cínica.
No paro de toparme, hasta la extenuación y el hastío personales, con mujeres que no saben estar solas bajo ningún concepto. Es lo único importante en sus vidas, emparejarse. Y así, por tener una pareja dejan algunas sus estudios, otras sus trabajos (“porque a mi novio no le gusta verme de camarera en una discoteca ¿a qué hombre le gusta que babeen por su novia?”), no van de viaje “porque mi novio no me deja, paso de tener bronca”, no salen de fiesta porque “a ver yo tengo novio ahora, no quiero tener problemas”. Dejan a sus amistades apartadas porque ahora tienen novio y eso aunque vaya a durar sólo dos meses es lo más importante, da igual si se ha muerto tu padre o tu periquito Casimiro, ellas ahora tienen novio y el eje de la Tierra es su noviazgo, la misma Tierra rota sólo desde ese noviazgo.-Por si hay duda estoy siendo cínica.
Mujeres
de “paso de que mi novio me vea vestida así y me eche la
bronca por ir en vestido”,
novios que rompen vestidos a sus novias para que no se los puedan
volver a poner (yo lo he visto).
Con 17
años tuve una amiga cuyo novio le pegaba palizas, ella estaba en el
suelo y él le pateaba el estómago -me contaba. Además este hombre que no ha
conocido a su padre le rozaba los nudillos contra la pared de gotelé para que
le sangraran las manos, si lloraba, golpe; si gritaba, golpe... Él
la apartó de todas sus amistades, -(cuidado, mucho cuidado, con los
hombres que hacen eso)-. Nos veíamos por las noches cuando él trabajaba, yo iba a
verla a escondidas y llevarle tabaco a su preciosa cárcel
de amor “he pensado
en dejarle, pero me pide perdón. Ayer me compró flores, él lo
intenta... Pero pobrecito, se droga y él me quiere, no lo hace a
posta, es el amor de mi vida”. Fueron
años. Años de golpes, vejaciones y malos tratos. Es un ejemplo
extremo de como llevar hasta las últimas consecuencias esta
obligación social, este deber autoimpuesto de tener novio como sea y
quién sea. Es un ejemplo extremo de en qué puede derivar no saber estar sola, es una instantánea muy clara de hasta dónde se puede llegar.
A día de hoy, como pasa en la película, a una
mujer divorciada se la estigmatiza ¡aun a día de hoy!. Un hombre
divorciado es normal “algo le pasaría con esa,
algo le haría”.
Suele pasar también a las mujeres divorciadas, que padecen los súbitos celos de sus amigas casadas, las cuales las repudian y marginan porque temen que al estar divorciadas vayan a la caza de sus maridos. Cuando en la mayor parte de los casos, una mujer divorciada sólo quiere estar en paz, estar consigo misma y rehacer su vida, no destrozar matrimonios ajenos. Un divorcio no es plato de buen gusto para nadie, aunque sea algo necesario, es un trance muy difícil. Pero este es el neo machismo señoras, este es el machismo y el sexismo de mujeres contra mujeres. El machismo que estamos aprendiendo y adquiriendo y con el que se nos bombardea por todas partes... Aun escucho con pasmo a chicas de mi edad decir eso que debería haber fenecido con nuestras tatarabuelas de “si este le ha puesto los cuernos a fulanita es porque ella no debía de querer tener sexo”. -¿¿¿¿PERDONA????
Suele pasar también a las mujeres divorciadas, que padecen los súbitos celos de sus amigas casadas, las cuales las repudian y marginan porque temen que al estar divorciadas vayan a la caza de sus maridos. Cuando en la mayor parte de los casos, una mujer divorciada sólo quiere estar en paz, estar consigo misma y rehacer su vida, no destrozar matrimonios ajenos. Un divorcio no es plato de buen gusto para nadie, aunque sea algo necesario, es un trance muy difícil. Pero este es el neo machismo señoras, este es el machismo y el sexismo de mujeres contra mujeres. El machismo que estamos aprendiendo y adquiriendo y con el que se nos bombardea por todas partes... Aun escucho con pasmo a chicas de mi edad decir eso que debería haber fenecido con nuestras tatarabuelas de “si este le ha puesto los cuernos a fulanita es porque ella no debía de querer tener sexo”. -¿¿¿¿PERDONA????
Chicas
que vuelven con el novio de siempre porque tiene que ser ese, no se
puede estar sola, hay que volver con el de siempre “porque yo no sé
estar sola”. -Bueno, yo cuando nací no sabía hablar y ahora
coordino y hasta subordino.
Novias
que sólo pueden comer lo que les dicen sus novios que es bueno comer
para cuidarse y adelgazar (yo lo he visto). Novios que llevan un
tupper con lechuga y zanahoria a sus novias para que no engorden,
novios que les preguntan “qué has comido, no me falles”. -Hablo
de mujeres que podrían ser modelos, no de personas con obesidad
cuyas solidarias parejas les ayuden ante la dificultad de perder
peso...
Mujeres
que se quedan durmiendo en casa mientras sus novios salen de fiesta
(porque ellos sí pueden salir) y en la mayoría de estos casos ellos
salen a ligar por ahí porque la novia es algo fijo y cómodo pero
aburre.-Qué curioso, tal y como en 1877.
Mujeres
que te miran con cara de tienes-que-ser-un-alien y te dicen ¿y tú
de chicos nada de nada? ¿Y aquel chico que un día te saludó que te
dijo bla bla bla no te ha llamado? ¿no le has llamado?... ¿y el de la cafetería de aquel día qué tal?, ¿tampoco?, ¿y no te gusta
nadie? ¿Pero no tienes ganas de conocer YA a alguien y de tener novio?
Pero mira a ver qué haces tía, que tampoco no hay nadie perfecto y
ahora las de 18 vienen muy bien enseñadas...Te vendría muy bien
estar con alguien para distraerte … ¿Y no volverías con tu ex?
Pero, ¿ y si te lo pidiera sobre la Torre Eiffel a la luz de las
velas y te dijera que se arrepiente de lo que te hizo? ¿eh ? No
volverías? Yo no sé como puedes estar sola tía, al menos para
distraerte yo que sé...
-¿Y
si me dejáis en paz y os vais a por pasteles de Ikea
y te preocupas de ti y de tu vida? ¿eh? ¿no te apetece meterte en
tu vida? No sé, alomejor eso te serviría para dejar de cuestionarme
y darte cuenta de que la vida no es una lucha constante por tener un
novio sea el que sea. Alomejor es que estas tan condenadamente
obsesionada con el tema que ni ves nada más...
En
conclusión, entiendo que una persona yerre una vez. Todos tenemos
derecho a equivocarnos, pero a partir de la segunda se trata de una
opción (de vida). Dejar tus amistades, tu vida y todo para darlo
todo por una relación una vez en la vida es comprensible y
dispensable. Pero luego, uno puede pensar
que cuando eso termina se queda uno sin
nada donde guarecerse y
sin nadie
en quién apoyarse. Y quedarse sin absolutamente nada porque lo
apostaste todo por una historia de amor, a falta de un adjetivo más
elaborado, es muy duro. Si es lo suficientemente duro, no lo
repetirás muchas veces más. Si lo has pasado suficientemente mal
por amar demasiado y entregarte demasiado demasiadas veces no volverá
a ocurrir y te atreverás a estar sola porque habrás aprendido
convenientemente el precio de estar mal acompañada por no estar
sola. Pero para eso no hay que sufrir sólo de boca,
hay que haberse partido la boca contra el suelo varias veces (en mi
caso fueron cuatro) y el corazón... bueno, de corazón tendrás
suerte si te queda algo con tanto destrozo...