Érase una vez la princesa Nemesia, una
chica de 23 años como cualquiera de vosotras. Una chica con una melena muy larga y que entonces tenía los ojos muy grandes [...]
-De acuerdo, -le dijo su madre- vé a
por las medicinas y a buscar a tu hermana al colegio, llama a Mariluz
y leéle el informe a ver qué te dice.
Nemesia bajó al garaje y pensó en
llamar desde el coche a la prima de su padre, Mariluz era superdotada
contaba con siete especialidades médicas antes de los 28, había
ayudado a la familia en todas las enfermedades que habían padecido
y que nunca fueron graves haciendo diagnósticos infalibles incluso en la distancia. La madre
de Nemesia pasó un año yendo de un médico a otro que no acertaban
a averiguar qué le pasaba, ella con un fax y una descripción de
síntomas elaboró un diagnóstico y gestionó que la operaran desde
donde ella vivía. Perdonad el vulgarismo, Mariluz era una crack.
Quería mucho a la familia y al padre
de Nemesia como a un hermano, todos los primos crecieron y se criaron
como hermanos, la distancia nunca les había separado. Nemesia
decidió encerrarse en el coche a respirar un poco y llamarla por
teléfono, no sabía muy bien qué hacer a pesar de que todo el mundo
creía que ella sabía a la perfección qué hacer y cómo en cada
momento, ella llevaba el timón y el barco, el capitán estaba muy
enfermo...
-Léeme el informe.
-...mamelones neoplásicos sugestivos
de ser malignos.
-¿estudiabas letras? ¿de verdad no lo
has entendido?
-No lo entiendo muy bien...
-Siento ser yo quién te lo diga, pero
no hay nada qué hacer.[...] Cada vez perderá más plasma y se le
encharcará el pulmón, cuando le drenen se le volverá a encharcar,
se irá debilitando hasta morir...El cáncer de pulmón tiene muy mal
arreglo... Si no queréis decírselo que no lea este informe, él lo
entenderá perfectamente, como tú lo has entendido...
-Mi padre tiene la ilusión de pasar
las navidades en el pueblo con la familia, le ha pedido a mi tío que
comprara un pavo para navidades, pensábamos pasarlas todos juntos, nunca nos hemos reunido todos en navidades...
-No sé como podría ser un viaje en su
estado, bueno sí que lo sé y sufriría mucho pero no os lo dirá, os quiere demasiado...
De todas formas yo creo que merece la pena morir con ilusión ¿no te parece?
-¿Quieres decir que le queda menos de
un mes?
-Quisiera equivocarme y me escuece
mucho ser yo la que te diga esto, pero por lo que me has leído...
¿Ha perdido mucho peso?
-No, está muy bien, cuenta chistes a
todo el mundo, come hasta bombones para curarse...
-Él es fuerte y casi que será peor
porque tardará más en morir.
Fueron 52 minutos de conversación,
Nemesia no lo recuerda pero pasó una hora y media entrando y
saliendo del coche. Pensó en llamar a alguien, no guardarse algo así
para sí misma, pensó en algunas pocas personas pero nadie le
pareció apropiado, todos restarían importancia o no serían
fuertes, ella debía cargar a solas con eso, debía callarlo y
enterrarlo a su padre, a su madre y a su hermana. Su hermana... No
dejaba de pensar en ella, era tan joven, por fin había encontrado su
camino y no iba a tener un padre en él y su madre... Toda una vida
con el mismo hombre. Nemesia se preguntó un breve instante cómo se
le dice a una madre "el amor de tu vida se muere lenta y
dolorosamente", ¿cómo se protege a una madre de eso? ¿y a una
hermana que por fin ha encontrado su camino y no sospecha que la
muerte no perdona a nadie? Entonces se confirmó a sí misma que
debía guardárselo. Pensó en llamar a Alejandro, pero Alejandro la
repudió después de morir su madre también de cáncer. Desde
entonces todo entre ellos había muerto lenta y dolorosamente, sólo
hacía dos años y le parecía una eternidad.
Hacía a penas una
hora había sabido que su padre moriría y cómo sería. Y entonces, ¿cómo
asumir compartirlo con Alejandro y que éste se mostrara evasivo o no
quisiera ni siquiera hablarle? No podía respirar, entró al coche se
sentó, sacó el segundo paquete de Marlboro del día, no podía llorar estaba bloqueada. Salío, se ahogaba. Ella no lo recuerda
pero daba vueltas alrededor de su propio coche, dudando qué hacer,
dónde ir, a quién acudir. “A nadie, estoy sola con esto”
-pensó y tomó una decisión-. “Si se muere de verdad me suicidaré, tomaré pastillas y
no sentiré nada, sí eso haré”. “Ojalá hubiéramos muerto
todos juntos en un accidente de coche y no tendría que pasar por
esto”. “¿Y mi boda?” “¿y el baile?”, bailamos en todas
las bodas y nunca bailaremos en la mía, nunca leerá los libros que
le regalé, no tendrá tiempo. “¿Mis hijos?” “Cuando sea
abuelo les enseñaré a dar de comer moscas a las arañas”-recordó
con un dolor insufrible qué él solía decir y ya nunca lo haría-.
“No he terminado la carrera ni lo verá”, “nunca la terminaré,
no pienso terminarla ni seguir sin él, cuando muera me suicido, no
puedo ir al funeral, pero no quiero dejarlas solas pasando por eso”.
“Es mejor que me suicide después del funeral, espero que me dejen
sola, tal vez es mejor suicidarme cuando haya pasado un año, hacer
creer a todos que estoy bien y luego irme a morir en la montaña sola
para que no sufran...”
“¿Por qué no puedo morir yo por él?
Yo me cambiaría”, “él hace más falta en casa que yo”. “A
mí de verdad no me quiere nadie y a él lo quiere todo el mundo”,
“seguro que si deseo morir yo con mucha fuerza lograré que él se
salve, daré mi vida por la suya”. “Seguiré así, sin comer ni
apenas dormir y fumando a saco, tal vez así me ponga enferma y me
muera y no tenga que suicidarme”. Pensando todo esto se dio cuenta
de que estaba sola con esa carga, sabía que así debía ser y
decidió callarse para siempre.
Recogió a su hermana en el colegio,
ensayando para hacer el papel de su vida como la princesa más fuerte de la historia, realmente se le daba muy
bien. Había “ensayado” con la enfermedad y muerte de la madre de
Alejandro durante dos años, proteger y dar amor y esperanza le salía
tan natural como respirar.
Nemesia le dijo a su madre que Mariluz
le había dicho que debían esperar a los resultados de la biopsia y
que estuvieran tranquilos. Mentir a su madre para protegerla fue
difícil por el motivo del que se trataba, no por mentir para protegerla porque llevaba haciéndolo desde tan pequeña que no recordaba
cuando empezó.
Esa noche, como era habitual hasta que
el padre fue ingresado, fueron al bar de siempre. César no lo
recuerda y ella nunca lo olvidará por las circunstancias que
envuelven el caso pero él la abrazó y era un hombre de esos que no
expresaba emociones. Realmente lo que le ocurría a César es que estaba bastante
amedrentado por la mujer que era Nemesia, por la mujer que todos ven
en ella menos ella. No esperéis oir nada grandilocuente, él después
del abrazo la miró y no solía mirarla, era tímido, pero la miró
tan de verdad que le costó no soltar coraza escudo y lanza y llorar
ante él. Dijo: “te admiro muchísimo Nemesia, sólo siento
admiración por ti y por todo lo que haces por tu familia y lo fuerte
que eres, todos te admiramos y yo estoy muy impresionado, te llevo
cinco años y no podría hacer lo que tú. Eres muy valiente y... es
verdad que tienes unos ojos preciosos”. -No os encariñéis con
César porque no salió bien, él tenía sus propios planes y
¿adivináis qué? No eran quererla y cuidarla. De todas formas, hay
actos insignificantes o que ni siquiera recordamos (como lo que César
dijo a a Nemesia que para él no significó nada ni ha existido nunca) que suponen un punto de inflexión, en la vida de
otros-.
Nemesia después de esta breve conversación se fue al baño
a llorar, “qué duro”-se dijo-, “el mismo día que sé que mi
padre va a morir me doy cuenta de que me gusta un chico y es casi un
hombre porque es mayor... ¿Será verdad que toda muerte conlleva
nacimiento?, ¿y si él fuera lo que he estado esperando? qué pena
“enamorarme” cuando mi padre va a morir y cuando yo voy a
suicidarme. Me habría gustado besarle al menos una vez antes de
morirme pero no se me ocurre nada de ser peor hija que pensar en algo
así cuando mi padre se está muriendo... Pero él parece
comprensivo... Debo de ser la peor persona del mundo por seguir
pensando en esto en un momento así”. “Todo esto es una tontería,
seguro que no siento nada pero estoy pasando por el peor momento de
mi vida y estoy confundida. Sí tiene que ser eso”.
Una semana después, Nemesia decidió
que daba igual la novia de Alejandro, su vida al margen de ella y
todo lo que había pasado hacía dos años. Ella sólo concebía podérselo contar a una persona en el
mundo y evidentemente lo eligió a él, o más bien se rindió a la
idea de contárselo a alguien y como tenía muchas ganas de que
alguien la sostuviera en el peor momento de su vida y alguien tenía
que ser Alejandro pues se lo contó sólo a él.
-Alejandro, mi padre...- él la cogió
de la mano instintivamente, ella como estaba convencida ¿y aun lo
está? De que era el amor de su vida quiso pensar que fue por
proteción y cariño, pero sólo fue un impulso.- Se está muriendo y
no puedo creerlo, nadie lo sabe, por favor no se lo digas a nadie,
será nuestro secreto otra vez... No puedo creerlo.
-Ni lo creerás, de mi madre hace dos
años y yo aun no lo creo...
El impulso la venció y habló sin pensar.
-Le prometí a tu madre cuando murió
que si tenía una hija -Nemesia omitió muy prudentemente el “mos”
si teníamos una hija, fue lo que quiso decir y calló- se llamaría
como ella. Yo la quería mucho y la admiraba mucho, ¿lo sabes
verdad?.
Ella sabía que él ya no quería
recordar esas cosas, o peor, que ni las recordaba. Pero pareció que
estaba pasando un milagro. Él la miró como antes cuando eran dos
mitades que formaban un todo, sólo fue una milésima de segundo, por
primera vez en dos años desde el funeral ¿¡Alejandro iba a llorar
a solas con ella!? Pero los milagros no existen así que sí, él se
emocionó, bajó la mirada reprimió el llanto y el nudo en la
garganta... Pero en un parpadeo volvió a alzar la vista y le dijo.
-Bueno -le dio un leve toque en la mano
y sonrió como si nada, el desconocido había vuelto- hablemos de
cosas felices, mi hermana está embarazada, voy a ser padrino. ¿no es muy fuerte?
Nemesia, cuando Alejandro la despidió con un ademán diciendo: "me voy corriendo a por el bus que llego tarde a ruso dale un beso a tu padre" rompió a llorar. Lloraba con todo el cuerpo pensando en aquella canción que hacía dos años fue tan importante porque ella en su eterno amor ciego seguía pensando que "había demasiados buitres negros, que él era demasiado bueno para ellos y que era demasiado frío el momento en que ella lo estaba perdiendo todo" incluido a a Alejandro otra vez.
[…]
Era oficial, estaba completamente sola
ante la muerte de su padre, sólo había reunido fuerza para
decírselo a alguien y le había hecho daño; sin querer, sin saber,
como sea pero le hizo daño. Nemesia pensaba que aquello que los
separó -(la muerte de su madre por la misma enfermedad que ahora
mataba a su padre)- ahora que ella estaba padeciendo lo mismo, él
tendría piedad y compasión y los uniría... Pero como las
desgracias nunca vienen solas tuvo que asumir, y asumió también, el
golpe de que Alejandro no iba a estar para ella como ella estuvo para
él hacía sólo dos años.
Y entonces Nemesia tuvo que aprender y
aprende todavía muchas cosas en la escuela de la Vida y colorín
colorado este cuento no ha terminado.
4 comentarios:
Hola! He visto tu defensa férrea en el blog de Silvia y he decidido pasarme por aquí y decirte que estoy de acuerdo contigo, que odio las injusticias y el que no quiera mirar un blog que no entre. Lo triste de esta situación es que quien deja esos comentarios anónimos posiblemente deje otro diciendo lo genial que es con su propio nombre y la siga, pero bueno, cada uno a lo suyo que no hace daño quien quiere sino quien puede.
En cuanto al relato me has dejado con un nudo en la garganta, espero que no sea una historia "real" y si es así mucho mucho ánimo, no puedo decirte más.
Un besazo
Hola trendy bow, encantada de conocerte. Me alegra leer que ambas tenemos un desarrollado sentido de la justicia y últimamente a Silvia la están criticando mucho. Supongo que es el precio del éxito pero muchas la apoyamos. En cuánto al relato es mi historia narrada en tercera persona. Ahora que han pasado dos años me siento feliz de poder escribir sobre ello, ya que escribir es una pasión que tengo desde niña y escribo este blog con mucho cariño.
Lamento haberte dejado con mal sabor de boca y te invito a leer relatos breves de humor qie tengo o a que si quieres me sigas en facebook en la página que lleva mi nombre. Suelo escribir cosas divertidas ahí, gracias por comentar, un beso :-)<3
Encantada de conocerte a ti también. Suelo visitar la página de Silvia siempre que actualiza pero nunca leo los comentarios porque entro desde el móvil, y justo hoy estaba en el ordenador y vi la entrada desde ahí, y me llamó la atención los anónimos y fue cuando vi tus comentarios.
Me alegro que puedas hablar de eso, y se te da muy bien esto de escribir, que lo sepas ;) Me pasaré por tu página, no lo dudes.
Besitos!
Trendy Bow
Gracias Trendy, me alegra que te guste, aquí te espero si quieres pasar. Besos.
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