[...]Estaba nublado, había llovido.
-Hay que hacer un TAC.
-¡Dime la verdad!
-No se sabe nada hija, te digo la
verdad, hay que hacer más pruebas.
Años atrás:
-¿Ya lo habéis comprado todo, no os
habéis olvidado nada en continente? Queremos quedarnos en el parque
un ratito más...-y se quedaron una hora y media más ante la
infinita paciencia de sus padres, como siempre...
Más años atrás:
-Papá ¿por qué el señor Paco
Montesdeoca no dice nunca cuando va a hacer arco iris?
-Porque el arco iris se produce
cuando un rayito de sol se mete dentro de una gotita de agua y de ahí
salen todos los colores del arco iris ¿que son? ¿cuántos son?
-Siete.
-¿Y la canción del cole?
-Rojo, anaranjado,
amarillo...-cantaron los dos.
Muchos años después:
-"Fue
un pequeño gran hombre Nuestro
mejor orientador y consejero; puesto que nunca nos juzgaba, nos
guiaba por el camino correcto y esperaba paciente que lo siguiéramos
porque siempre confió en nosotras, aunque nos equivocáramos unas
veces y acertáramos otras.”
Mucho antes:
-¿Por qué lloras Nemesia?
-No sé atarme los cordones de los
zapatos y mi hermana sí, no me sale, lo he intentado muchas veces
y no me sale...
-Bueeeeno ¿y por eso lloras?
-Sí porque ella sabe y yo
no...-¡hip,hip!sollozaba- Y ella es pequeña...
-Pero cada una sabe hacer cosas
distintas, tú sabes escribir redacciones de 4 hojas que me lo ha
dicho tu señorita.
-Pero ella también aprenderá a
hacerlas de mayor y a mí no me sale atar los cordones ahora...
-Bueeeeeno, tranquila no llores más.
Vas a ir al zapatero de fuera y tienes permiso para atar todos mis
zapatos hasta que te salga, yo te miro.
Muchos años después:
-A partir de ahora hablen siempre
conmigo, es lo mejor ya se lo dije a su colega.
-Entendido, hemos intentado hablar con
su madre pero se muestra muy alterada.
Mucho antes:
-¿Papá cuando yo sea mayor me
seguirás queriendo?
-¿A ti qué te parece? ¿por qué me
preguntas esto?
-Porque he visto en el cole que a los
niños mayores no los vienen a buscar sus padres y si alguno viene
se van rápido al coche y no se dan un beso.
-Vamos a ver cuando tu gatita Jilda
era un bebé ¿la querías?
-Sí, era tan mona...
-¿Y ahora que es grande no la
quieres?
-Sí que la quiero, la quiero mucho.
-Pues a mí me pasa lo mismo. Te
quería de bebé y te querré de mayor, los papás no dejan de
querer a sus hijos cuando son grandes.
Muchos años después:
-¡Eso ya lo sé! Dígame algo que no
sepa ¿cuánto tiempo? Y váyase a cobrar...
-Menos de un mes, no se puede hacer
nada...
Muchos años antes:
-¡Mi tomate! Papáaaaaaaa, mi tomate
se lo lleva el agua.
-Espérame en la orilla, te lo traeré.
Muchos años después:
-Tienes que escucharme, sólo tú
puedes hacer esto, sólo tú porque eres igual que él. Tienes que
ponerte al mando, eres el timón y lo sabes, tú puedes hacerlo...
-Lo estoy haciendo y lo haré, me quedaré aquí toda la noche, por
si hay que dar el aviso, puedo estar despierta.
Muchos años antes dentro de un barco:
-Mamá ¿dónde va papá?
-Al baño.
-Voy con él adiós.-salió pitando.
Tiempo.
Tiempo.
-Mamá ¿y la niña?
-¿No estaba contigo? ¡Dios mío! Se
habrá perdido, se habrá caído al agua...
-No llores, asustas a la pequeña.
Dos horas más tarde:
-¡Papá! este señor me ha venido a
buscar. Yo no quería ir con él porque me ha dicho que os conocía y
eso lo dicen los secuestradores de niños ¿a que sí? Tú siempre me
lo dices cuando vamos a Pryca. Pero es que trabaja aquí lleva la
placa ¿he hecho bien “en venir” con él? Es que no sabía que
hacer me había perdido, ¿estás llorando? ¿por qué llora mamá?
Muchos años después:
-Pasádlo muy bien en las fiestas del
pueblo, el año que viene me jubilo y voy con vosotras.
-A ver tripochitas, ¿queréis
ir al parque?
-¡Síiiiiii!
-Pues vamos venga.
Pasaron toda la tarde de los columpios
al cohete, del cohete a los columpios. Esa tarde aprendió a darse
impulso sola en el columpio, la pequeña subió un poco más alto en
el cohete de lo que era habitual.
Años más tarde:
Seguían funcionando los semáforos,
seguía habiendo tráfico -parece que algunos coches tenían prisa
aún-, los niños iban al colegio y los adultos al trabajo, el día y
la noche existían.
Las personas aún tenían hambre, otras
sed y adquirían productos en los supermercados.
Algunos se enamoraban porque tenían
esperanza. Las discotecas seguían existiendo y también los bares,
la gente todavía quería divertirse y vivir.
Existían las nubes, la lluvia, el sol.
La gente aún sentía el frío y el
calor
Había niños que jugaban,
los pequeños, villancicos cantaban.
La Navidad tenía el mal gusto de estar
llegando.
Nadie en el mundo sabía lo que estaba
pasando.
Y 20 años no son nada dijo
el tango
y así pasa el tiempo que se
va por ahí burlando.
1 comentarios:
Buff nena... Brutal. Me ha faltado un pelo para ponerme a llorar. Enhorabuena por tu escrito. Por el trasfondo, sobran comentarios.
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