Decía
Othello en la obra de Shakespeare que "dudar una vez es vivir
eternamente en la duda". Esta cita -de uno de mis autores
favoritos-, viene al caso para hablar de una de las secuelas de las
dudas: el espionaje.
Confesad:
en algún momento habéis espiado a vuestra pareja o ex-pareja y
puede, sólo puede, que yo también lo haya hecho.
Jugar
a ser investigador privado o una súper-detective parece a priori muy
emocionante y divertido. Realmente lo es, siempre que la
investigación de campo no sea para uno mismo. Si espías por
cotilleo puede resultar bastante lúdico, si espías por encargo
puede ser muy emocionante, pero si espías para ti mismo puede ser
peligroso.
Si
estás dispuesta a confesar, aunque sólo sea para tus adentros, que
has jugado a ser Mata Hari alguna vez -(y no me refiero a su vida
como bailarina de striptease)- y llevas años dedicándote a la
investigación amateur; estarás tan agradecida como yo del gran
invento que son las redes sociales.
Hace
relativamente pocos años, cuando conocías a un chico te dabas el
messenger -hace poco me
conecté en el mío y sólo había un contacto de 300 y además, no
sabria de qué hablar a día de hoy con esa persona. Queda claro pues que el messenger parece tan antiguo ya como la era de los dinosaurios.
Este
acto de darse mutuamente el messenger, que ya es casi tan vintage como "Lo que el viento se
llevó", era el comienzo en cuanto a conocer a un chico o
entablar un cierto contacto (al menos en la adolescencia).
Ahora,
cuando conocemos a alguien le pedimos antes cuál es su Facebook o si
tiene twitter que cuál es su edad. No es una crítica, -ya sabéis-
renovarse o morir. Tampoco pretendo que este post sea un "a
favor" o "en contra" más de las redes sociales, ríos
de tinta han corrido ya sobre tan manido tema. Sólo quiero señalar
que este método de recabar información sobre alguien es un arma de
doble filo.
Por
un lado, podemos averiguar muchas cosas si queremos información
porque nos gusta alguien o hemos conocido a alguien que nos podría
interesar; pero por otro lado, si has roto con alguien puedes ver
muchas cosas que no quieres ver -yo en más de una ocasión he
deseado sacarme los ojos o quedarme ciega frente a la pantalla del
ordenador, vaya por delante, que lo digo en sentido figurado.
Ya sé que existe la opción bloquear/eliminar contacto, yo la
recomiendo en caso de ruptura pero no es todo tan simple. Leí una
frase muy buena hace poco que decía: "hoy cuando rompes con
alguien tienes que eliminarle: de whatsapp, de tuenti, de Facebook,
de Twitter, de tu agenda del móvil... sin duda es más fácil
matarlo, acabas antes". Sin llegar a querer inducir a nadie al
asesinato-(no quiero ir a la cárcel)- razón no le falta a esta
frase.
Al
tema. Si eres un poco masoquista -(ahora que está tan de moda con la
trilogía erótica de E.L. James)- y acabáis de romper. Lejos de
hacer "click" en eliminar/bloquear, puedes caer en el
dolor-placer, -ya sabéis que la frontera es limitada-, de dedicarte
a investigar qué hace tu recién perdido amor.
Al
más puro estilo Sherlock Holmes versión femenina, te pones unos
stiletto negros, una gabardina y un sombrero metafóricos, (la pipa
ya no, a no ser que estés en casa, porque han prohibido fumar en
interiores) y te plantificas normalmente en su Facebook que es dónde
suele haber más información. ¡Qué sensación! La adrenalina fluye
a borbotones por todo tu cuerpo y empiezan las taquicardias cuando
ves de pronto y por ejemplo típico que en los dos últimos fines de
semana ha salido todos los días.
-¿Salir?
-te preguntas- pero si él no salía nunca, no le gustaba. ¡Qué
fuerte!- piensas y también te enfadas.
Te
enfadas porque cabrearte como si ya no quedaran unos zapatos que te
encantaban en la tienda y que justo ayer estaban, es mucho más fácil
-sin lugar a dudas- que ponerte triste, o a llorar incluso.
Tranquila, seguramente no tengas suficiente y continúes con el
espionaje. Lo peor de esta investigación es que no sabes qué estás
buscando porque tampoco sabes qué puedes encontrarte. Lo que sí
sospechas, muy fundadamente, es que no puede ser nada bueno.
Mañana
seguiremos investigando.
0 comentarios:
Publicar un comentario