Continúas
investigando como si no te bastara lo que has visto para estar ya
fibrilando.
Él,
por su parte, además de pasarse "el tiempo que os habéis dado"
o el fin de semana siguiente a romper de juerga con los amigos,
resulta que tiene como unas 19 mujercitas que ahora son sus amigas en
facebook. Son como champiñones, sus amigas se reproducen muy deprisa
y crecen en cualquier rincón húmedo -ambigüedad de expresión
intencional-, oscuro y/o sombrío. ¿Parar aquí de investigar? ¡no!,
hay que seguir, aún no duele lo suficiente o aún no sabes cuanto
duele, básicamente porque te están pegando una paliza skin y
por ello estás perdiendo el conocimiento.
Durante
esta enajenación mental transitoria, te haces casi tantas preguntas
por minuto como tweets deben enviarse en el mundo durante este mismo
espacio de tiempo. Pero tu cabeza es muy resistente y no explota, así
que sigues.
Ahora
toca el turno de investigación a sus nuevas "ahora son
amigos en facebook". Entras en cada perfil, eres una
súper-detective muy concienzuda, no hay quién te detenga. Te
aprendes sus nombres y apellidos, edad, dónde vive, dónde
estudió... -Siempre me ha hecho gracia lo fácil y rápido que nos
resulta memorizar toda esta información de las nuevas (o viejas)
amigas de un ex o de tu pareja, en comparación con lo difícil que
me resulta aprender cierto temario para los exámenes de la facultad.
Memoria selectiva lo llaman unos y enfermedad lo llamo yo. Pero yo
también he estado enferma, tranquilas, no pretendía ir de digna.
¡Rápido!
estado civil.-Dice tu cabeza procesando datos a gran velocidad.
Buscas y ¡oh sorpresa! -entonación del momento teatral de “yerma”
en la película el otro lado de la cama.
En
este punto pueden pasar tres cosas: primera; que la amiguita en
cuestión esté soltera y te pongas celosa como quién acaba de tener
un hermano pequeño siendo niño, luego te encabrones e insultes a tu
ex -o tu novio- pensando en tu cabeza -o diciéndolo en voz alta si
estás sola en casa-que su madre se dedica a la profesión más
antigua del mundo.
Segunda;
que ella esté en una relación abierta o relación con una
amiga y te pilles un cabreo de
mil demonios porque eso no te permite saber si tiene novio o no. Hay que
recurrir a las fotos de este segundo tipo de amiga de facebook; tal
vez ella tiene muchas fotos con un chico ¿será su amigo?, ¿será
un rollete?... -estas son las que dan más rabia.
Y
la tercera, -que nos produce más tranquilidad que ninguna-, que esté
en una relación con su novio, que sólo tenga fotos con su novio,
que la foto de perfil sea besando a su novio y que la de portada sea
en una playa con su novio. -Automáticamente, si esto pasa;
recuperamos constantes vitales normales, respiramos, esta nueva amiga nos cae
estupendamente, es maravillosa, es súper mona porque tiene fotos de
amor súper monas con el novio. Traducción: no hay que tenerle
-(tanto)-miedo (como a las demás).
Si
las amigas de facebook nuevas son 19 ¿cuánto tiempo dedicamos al
espionaje de muros ajenos, fotos, amistades en común y comentarios
leídos?
Lo
peor de todo no es este tiempo malgastado o no -cada cual tendrá su
juicio-. Lo peor es invertir todo este tiempo en hacernos daño
porque honestamente, aunque no queramos contárselo ni a nuestras
amistades, duele. Cuando dejamos de compartir de qué manera nos hacemos daño
-es decir, los informes de nuestras investigaciones- con nuestras
amigas más íntimas, (normalmente por vergüenza de soportar todo
esto por “amor), es que hay algo en nosotras que no va bien. Cuando estamos dispuestas a tener una pareja a cualquier
precio, sin duda hay
algo que no va bien. Sabemos que
el mundo exterior nos tiraría esta verdad a la cara y que el golpe
sería duro, así que llevamos toda esta investigación en la más
absoluta confidencialidad. Como dice el anuncio: “lo sufrimos en
silencio...” Este silencio nos aisla y nos aparta. Ya nadie nos
entiende, sólo nosotras entendemos por qué queremos seguir con esta
historia. Nuestro olfato de investigador privado nos dice que estamos
cerca de encontrar algo y no podemos dejarlo ahora...
A
parte de facebook o cualquier otra red social, -pero la primera es
suculenta en cuanto a cotilleos- hay múltiples formas más de
espionaje. Sólo
diré que si bien la mayoría son muy divertidas, no creo que a la
policía se lo parecieran tanto. Pero los detectives siempre molan
más que la policía por los recursos que usan y lo cinematográficos
que resultan. La mayoría de casos que llevan tienen que ver con
infidelidades.
Como
digo, los grandes detectives de las películas -y de alguna realidad
paralela que supera a toda ficción cinematográfica- realizan
guardias nocturnas muy largas dentro de un coche -comida rápida tipo
McDonald's mediante y cigarros durante-. Son imprescindibles el frío
y los prismáticos.
A
veces, atraviesan situaciones peligrosas como rápidas persecuciones
en coche en busca de información, pero a los profesionales de la
investigación privada nunca los “pillan” en estas persecuciones
a gran velocidad.
También
pueden servirse de aparatos de vídeo y/o audio, para realizar
investigaciones de campo, a pie. Estas son peligrosas y pueden
requerir de una buena forma física ya que pueden comprender la huida
corriendo campo a través, o el escalamiento de muros. Se recomienda
camuflar la identidad con cierto tipo de ropa en estos casos, el
sigilo de la noche y la discreción.
Por
último está el clásico boca a boca, todo el mundo tiene un precio
en cuanto a lo que a vender información se refiere. Sólo hay que
buscar ese precio y encontrarlo. Un hombre o una mujer, despechados o
heridos, son capaces de hacer cualquier cosa y de vender cualquier
información.
Después
de este breve cursillo para detectives amateur
termino con algo un tanto desolador. Por muy buen detective que seas
y lo especializado que estés en descubrir infidelidades resulta que
un día no estás de guardia y que has ido a relajarte a una
discoteca. No estás iniciando ninguna investigación a pie, sólo
pasándolo bien. Y de pronto, ves a tu pareja que ha ido a por
bebidas y te viene a la mente -(cuando lo ves besando a una “ahora
son amigos en facebook”)- un
trozo de lo que hasta hace hora y media, en la misma discoteca, era
vuestra canción. Que
dice: “ya no duele porque al fin ya te encontré, hoy te
miro y siento mil cosas a la vez. Mira si busqué, mira si busqué,
tengo tanto que aprender...”
Así
concluye la investigación privada para uno mismo, fin del caso. Ya
tienes lo que buscabas y que, aunque fuera de esperar, no te
esperabas.
2 comentarios:
JAJAJAJA, M'ENCANTA!!**
A mí también, siempre me han molado las novelas de detectives jajaja
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