sábado, 9 de marzo de 2013

Escribir evita úlceras

Érase una vez la princesa Nemesia, una chica de 23 años como cualquiera de vosotras. Una chica con una melena muy larga y que entonces tenía los ojos muy grandes [...]



-De acuerdo, -le dijo su madre- vé a por las medicinas y a buscar a tu hermana al colegio, llama a Mariluz y leéle el informe a ver qué te dice.



       Nemesia bajó al garaje y pensó en llamar desde el coche a la prima de su padre, Mariluz era superdotada contaba con siete especialidades médicas antes de los 28, había ayudado a la familia en todas las enfermedades que habían padecido y que nunca fueron graves haciendo diagnósticos infalibles incluso en la distancia. La madre de Nemesia pasó un año yendo de un médico a otro que no acertaban a averiguar qué le pasaba, ella con un fax y una descripción de síntomas elaboró un diagnóstico y gestionó que la operaran desde donde ella vivía. Perdonad el vulgarismo, Mariluz era una crack.

Quería mucho a la familia y al padre de Nemesia como a un hermano, todos los primos crecieron y se criaron como hermanos, la distancia nunca les había separado. Nemesia decidió encerrarse en el coche a respirar un poco y llamarla por teléfono, no sabía muy bien qué hacer a pesar de que todo el mundo creía que ella sabía a la perfección qué hacer y cómo en cada momento, ella llevaba el timón y el barco, el capitán estaba muy enfermo...



-Léeme el informe.

-...mamelones neoplásicos sugestivos de ser malignos.

-¿estudiabas letras? ¿de verdad no lo has entendido?

-No lo entiendo muy bien...

-Siento ser yo quién te lo diga, pero no hay nada qué hacer.[...] Cada vez perderá más plasma y se le encharcará el pulmón, cuando le drenen se le volverá a encharcar, se irá debilitando hasta morir...El cáncer de pulmón tiene muy mal arreglo... Si no queréis decírselo que no lea este informe, él lo entenderá perfectamente, como tú lo has entendido...

-Mi padre tiene la ilusión de pasar las navidades en el pueblo con la familia, le ha pedido a mi tío que comprara un pavo para navidades, pensábamos pasarlas todos juntos, nunca nos hemos reunido todos en navidades...

-No sé como podría ser un viaje en su estado, bueno sí que lo sé y sufriría mucho pero no os lo dirá, os quiere demasiado... De todas formas yo creo que merece la pena morir con ilusión ¿no te parece?

-¿Quieres decir que le queda menos de un mes?

-Quisiera equivocarme y me escuece mucho ser yo la que te diga esto, pero por lo que me has leído... ¿Ha perdido mucho peso?

-No, está muy bien, cuenta chistes a todo el mundo, come hasta bombones para curarse...

-Él es fuerte y casi que será peor porque tardará más en morir.



      Fueron 52 minutos de conversación, Nemesia no lo recuerda pero pasó una hora y media entrando y saliendo del coche. Pensó en llamar a alguien, no guardarse algo así para sí misma, pensó en algunas pocas personas pero nadie le pareció apropiado, todos restarían importancia o no serían fuertes, ella debía cargar a solas con eso, debía callarlo y enterrarlo a su padre, a su madre y a su hermana. Su hermana... No dejaba de pensar en ella, era tan joven, por fin había encontrado su camino y no iba a tener un padre en él y su madre... Toda una vida con el mismo hombre. Nemesia se preguntó un breve instante cómo se le dice a una madre "el amor de tu vida se muere lenta y dolorosamente", ¿cómo se protege a una madre de eso? ¿y a una hermana que por fin ha encontrado su camino y no sospecha que la muerte no perdona a nadie? Entonces se confirmó a sí misma que debía guardárselo. Pensó en llamar a Alejandro, pero Alejandro la repudió después de morir su madre también de cáncer. Desde entonces todo entre ellos había muerto lenta y dolorosamente, sólo hacía dos años y le parecía una eternidad. 
Hacía a penas una hora había sabido que su padre moriría y cómo sería. Y entonces, ¿cómo asumir compartirlo con Alejandro y que éste se mostrara evasivo o no quisiera ni siquiera hablarle? No podía respirar, entró al coche se sentó, sacó el segundo paquete de Marlboro del día, no podía llorar estaba bloqueada. Salío, se ahogaba. Ella no lo recuerda pero daba vueltas alrededor de su propio coche, dudando qué hacer, dónde ir, a quién acudir. “A nadie, estoy sola con esto” -pensó y tomó una decisión-.Si se muere de verdad me suicidaré, tomaré pastillas y no sentiré nada, sí eso haré”. “Ojalá hubiéramos muerto todos juntos en un accidente de coche y no tendría que pasar por esto”. “¿Y mi boda?” “¿y el baile?”, bailamos en todas las bodas y nunca bailaremos en la mía, nunca leerá los libros que le regalé, no tendrá tiempo. “¿Mis hijos?” “Cuando sea abuelo les enseñaré a dar de comer moscas a las arañas”-recordó con un dolor insufrible qué él solía decir y ya nunca lo haría-. “No he terminado la carrera ni lo verá”, “nunca la terminaré, no pienso terminarla ni seguir sin él, cuando muera me suicido, no puedo ir al funeral, pero no quiero dejarlas solas pasando por eso”. “Es mejor que me suicide después del funeral, espero que me dejen sola, tal vez es mejor suicidarme cuando haya pasado un año, hacer creer a todos que estoy bien y luego irme a morir en la montaña sola para que no sufran...”

“¿Por qué no puedo morir yo por él? Yo me cambiaría”, “él hace más falta en casa que yo”. “A mí de verdad no me quiere nadie y a él lo quiere todo el mundo”, “seguro que si deseo morir yo con mucha fuerza lograré que él se salve, daré mi vida por la suya”. “Seguiré así, sin comer ni apenas dormir y fumando a saco, tal vez así me ponga enferma y me muera y no tenga que suicidarme”. Pensando todo esto se dio cuenta de que estaba sola con esa carga, sabía que así debía ser y decidió callarse para siempre.

Recogió a su hermana en el colegio, ensayando para hacer el papel de su vida como la princesa más fuerte de la historia, realmente se le daba muy bien. Había “ensayado” con la enfermedad y muerte de la madre de Alejandro durante dos años, proteger y dar amor y esperanza le salía tan natural como respirar.

    Nemesia le dijo a su madre que Mariluz le había dicho que debían esperar a los resultados de la biopsia y que estuvieran tranquilos. Mentir a su madre para protegerla fue difícil por el motivo del que se trataba, no por mentir para protegerla porque llevaba haciéndolo desde tan pequeña que no recordaba cuando empezó.


      Esa noche, como era habitual hasta que el padre fue ingresado, fueron al bar de siempre. César no lo recuerda y ella nunca lo olvidará por las circunstancias que envuelven el caso pero él la abrazó y era un hombre de esos que no expresaba emociones. Realmente lo que le ocurría a César es que estaba bastante amedrentado por la mujer que era Nemesia, por la mujer que todos ven en ella menos ella. No esperéis oir nada grandilocuente, él después del abrazo la miró y no solía mirarla, era tímido, pero la miró tan de verdad que le costó no soltar coraza escudo y lanza y llorar ante él. Dijo: “te admiro muchísimo Nemesia, sólo siento admiración por ti y por todo lo que haces por tu familia y lo fuerte que eres, todos te admiramos y yo estoy muy impresionado, te llevo cinco años y no podría hacer lo que tú. Eres muy valiente y... es verdad que tienes unos ojos preciosos”. -No os encariñéis con César porque no salió bien, él tenía sus propios planes y ¿adivináis qué? No eran quererla y cuidarla. De todas formas, hay actos insignificantes o que ni siquiera recordamos (como lo que César dijo a a Nemesia que para él no significó nada ni ha existido nunca) que suponen un punto de inflexión, en la vida de otros-.

   Nemesia después de esta breve conversación se fue al baño a llorar, “qué duro”-se dijo-, “el mismo día que sé que mi padre va a morir me doy cuenta de que me gusta un chico y es casi un hombre porque es mayor... ¿Será verdad que toda muerte conlleva nacimiento?, ¿y si él fuera lo que he estado esperando? qué pena “enamorarme” cuando mi padre va a morir y cuando yo voy a suicidarme. Me habría gustado besarle al menos una vez antes de morirme pero no se me ocurre nada de ser peor hija que pensar en algo así cuando mi padre se está muriendo... Pero él parece comprensivo... Debo de ser la peor persona del mundo por seguir pensando en esto en un momento así”. “Todo esto es una tontería, seguro que no siento nada pero estoy pasando por el peor momento de mi vida y estoy confundida. Sí tiene que ser eso”.



      Una semana después, Nemesia decidió que daba igual la novia de Alejandro, su vida al margen de ella y todo lo que había pasado hacía dos años. Ella sólo concebía podérselo contar a una persona en el mundo y evidentemente lo eligió a él, o más bien se rindió a la idea de contárselo a alguien y como tenía muchas ganas de que alguien la sostuviera en el peor momento de su vida y alguien tenía que ser Alejandro pues se lo contó sólo a él.

-Alejandro, mi padre...- él la cogió de la mano instintivamente, ella como estaba convencida ¿y aun lo está? De que era el amor de su vida quiso pensar que fue por proteción y cariño, pero sólo fue un impulso.- Se está muriendo y no puedo creerlo, nadie lo sabe, por favor no se lo digas a nadie, será nuestro secreto otra vez... No puedo creerlo.

-Ni lo creerás, de mi madre hace dos años y yo aun no lo creo...

El impulso la venció y habló sin pensar.

-Le prometí a tu madre cuando murió que si tenía una hija -Nemesia omitió muy prudentemente el “mos” si teníamos una hija, fue lo que quiso decir y calló- se llamaría como ella. Yo la quería mucho y la admiraba mucho, ¿lo sabes verdad?.



       Ella sabía que él ya no quería recordar esas cosas, o peor, que ni las recordaba. Pero pareció que estaba pasando un milagro. Él la miró como antes cuando eran dos mitades que formaban un todo, sólo fue una milésima de segundo, por primera vez en dos años desde el funeral ¿¡Alejandro iba a llorar a solas con ella!? Pero los milagros no existen así que sí, él se emocionó, bajó la mirada reprimió el llanto y el nudo en la garganta... Pero en un parpadeo volvió a alzar la vista y le dijo.

-Bueno -le dio un leve toque en la mano y sonrió como si nada, el desconocido había vuelto- hablemos de cosas felices, mi hermana está embarazada, voy a ser padrino. ¿no es muy fuerte?

Nemesia, cuando Alejandro la despidió con un ademán diciendo: "me voy corriendo a por el bus que llego tarde a ruso dale un beso a tu padre" rompió a llorar. Lloraba con todo el cuerpo pensando en aquella canción que hacía dos años fue tan importante porque ella en su eterno amor ciego seguía pensando que "había demasiados buitres negros, que él era demasiado bueno para ellos y que era demasiado frío el momento en que ella lo estaba perdiendo todo" incluido a a Alejandro otra vez.

[…]

      Era oficial, estaba completamente sola ante la muerte de su padre, sólo había reunido fuerza para decírselo a alguien y le había hecho daño; sin querer, sin saber, como sea pero le hizo daño. Nemesia pensaba que aquello que los separó -(la muerte de su madre por la misma enfermedad que ahora mataba a su padre)- ahora que ella estaba padeciendo lo mismo, él tendría piedad y compasión y los uniría... Pero como las desgracias nunca vienen solas tuvo que asumir, y asumió también, el golpe de que Alejandro no iba a estar para ella como ella estuvo para él hacía sólo dos años.



Y entonces Nemesia tuvo que aprender y aprende todavía muchas cosas en la escuela de la Vida y colorín colorado este cuento no ha terminado.

4 comentarios:

Trendy Bow dijo...

Hola! He visto tu defensa férrea en el blog de Silvia y he decidido pasarme por aquí y decirte que estoy de acuerdo contigo, que odio las injusticias y el que no quiera mirar un blog que no entre. Lo triste de esta situación es que quien deja esos comentarios anónimos posiblemente deje otro diciendo lo genial que es con su propio nombre y la siga, pero bueno, cada uno a lo suyo que no hace daño quien quiere sino quien puede.
En cuanto al relato me has dejado con un nudo en la garganta, espero que no sea una historia "real" y si es así mucho mucho ánimo, no puedo decirte más.
Un besazo

Julieta decide vivir dijo...

Hola trendy bow, encantada de conocerte. Me alegra leer que ambas tenemos un desarrollado sentido de la justicia y últimamente a Silvia la están criticando mucho. Supongo que es el precio del éxito pero muchas la apoyamos. En cuánto al relato es mi historia narrada en tercera persona. Ahora que han pasado dos años me siento feliz de poder escribir sobre ello, ya que escribir es una pasión que tengo desde niña y escribo este blog con mucho cariño.
Lamento haberte dejado con mal sabor de boca y te invito a leer relatos breves de humor qie tengo o a que si quieres me sigas en facebook en la página que lleva mi nombre. Suelo escribir cosas divertidas ahí, gracias por comentar, un beso :-)<3

Trendy Bow dijo...

Encantada de conocerte a ti también. Suelo visitar la página de Silvia siempre que actualiza pero nunca leo los comentarios porque entro desde el móvil, y justo hoy estaba en el ordenador y vi la entrada desde ahí, y me llamó la atención los anónimos y fue cuando vi tus comentarios.
Me alegro que puedas hablar de eso, y se te da muy bien esto de escribir, que lo sepas ;) Me pasaré por tu página, no lo dudes.
Besitos!
Trendy Bow

Julieta decide vivir dijo...

Gracias Trendy, me alegra que te guste, aquí te espero si quieres pasar. Besos.

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