domingo, 20 de julio de 2014

Nunca he pensado

No he pensado nunca en como es tu piel debajo de la ropa, ni en que me claves un mordisco en la nuca sin premeditación pero con alevosía. Ni que me enciendas con las manos más de la cuenta, ni en que me beses más de lo que puedas.

Nunca he pensado en perder mis manos por tu pelo ni en besarte como si fuera a morir mañana de pasión contenida. Cuando por accidente me tocas y me arde el ombligo lo apago viéndote con ella y se me pasa en el cuerpo en tres segundos, en la mente tarda un poco más. No pienso nunca en que eres la perdición diseñada a mi medida.

No me afecta lo que dices, ni tampoco me lo creo. No pienso demasiado en que durmamos y floten nuestras almas por encima de tu colchón y el amanecer se haga de colores y gemidos.

Tampoco pienso en todas las cosas que aprender de ti, en las lenguas que conoces y la que no usas en mí. No pienso jamás en quitarte la ropa y que me quites las ganas.

No pienso en como has tocado mi mente e impresionado a mi cuerpo. Ni en tus ojos que me miran cuando beso otra boca que no es la tuya, pero así es todo más fácil para todos porque de todas formas nunca he pensado en como sería besarte y que se me cerraran los ojos y se me abrieran las manos por tu espalda.

Nunca he pensado en nada porque fantasear sexualmente es del ego y podría decir muchas cosas de este tema, tantas como no debo hacer ninguna. Y no diré nada más salvo que me ha nacido un cuerpo y una piel y una sangre que no permito vivir, pero tampoco lo pienso.

En esta proyección que nunca pienso eres todo lo que merezco y le queda mejor a otra. Me sentarías bien con ella fuera de tu boca en la que te prometo que nunca tengo en mente y que nunca me he visto gimiendo tu nombre.

Hay tantas cosas de ti que no pienso... No sé que es el eros, ni el ágape, ni la philia porque nunca lo he pensado. Nunca se habían juntado antes para que los viera de lejos y de cerca pasar por mi lado.

Nunca he pensado en dormir desnudos y querernos vestidos. Nunca he pensado en leer abrazados y amarnos separados.

Todas las cosas en que no pienso irónicamente me dan mucho que escribir y no conozco otra forma de pensar.

martes, 8 de julio de 2014

Maléfica

Puedes pasarte la vida odiando y llena de rencor y resentimiento. Al fin y al cabo te dio un beso de amor falso y tú le habías enseñado a volar y un mundo nuevo. Él parecía feliz junto a tus alas y rarezas. Siempre hubo un punto entre su mundo y el tuyo para los dos pero era todo mentira.

Te emborrachó sabiendo lo que hacía y te cortó las alas porque de tan cobarde no se atrevió a matarte. Te dejó unas heridas horribles de mutilación en la espalda, el conocimiento de que nunca más serías la misma y su ausencia de recuerdo. No le importaron en absoluto tus llantos ni tus gritos, tenía tus alas y su castillo y tú ya no le servías. Te dejó por otra más joven y guapa, la desposó y tuvo un bebé con ella. Y tú te llenaste de ira. El único aliciente en tu vida era vengarte, devolverle el daño.

Te aferras a la creencia de que el amor no existe porque sabes lo que te ha hecho, tú mejor que nadie lo sabes, lo llevas a tu espalda como dos grandes y repulsivas heridas.

Y entonces le lanzas una maldición a una niña recién nacida. La pobre no tiene culpa de nada, sólo sabe sonreír y espera que la amen y la cojan en brazos.



Entonces empiezas a entender aquel cuadro de Botticcelli, en que Marte (Ares) reposaba, derrotado, exhausto, apaciguado en la misma cama que Venus (Afrodita) porque el amor es la paz de la guerra y así ha sido siempre.

Pero el amor verdadero no existe y menos los besos de tal clase, -te repites con desdén a ti y tu cuervo de confianza.

Pero la niña sabe hacerse amar, es todo candidez y risueña presencia. Incluso cubierta de barro y ponzoña de trols es feliz y te dice que te quiere aun cuando tú la maldijiste a morir. Pero no puedes retirar la maldición, en el pecado llevas la penitencia. El mal que has deseado te estalla en la cara, tal y como siempre pasa.

Y entonces tu niña interior se pincha con un huso y cae en un sueño profundo semejante a la muerte y tú mueres un poco por dentro porque sabes que es culpa tuya y ves en sus mofletes sonrosados y su cabello ensortijado toda la belleza y bondad de un corazón que no conoce el mal ni el odio, pero es tarde y es culpa tuya.

Y buscas un príncipe desesperadamente, el que sea que esté dispuesto a besarla aun sin conocerla demasiado. Un príncipe cualquier que le dé un beso de amor verdadero mientras piensas con tristeza que sabes que no existe y que las horribles cicatrices de tu espalda te lo recuerdan cada día...

Y el príncipe la besa y no pasa nada. Y lloras y le pides perdón, le explicas a tu niña interior que no supiste amarla porque te negaste eso hace mucho tiempo. Le explicas que no sufrirá ningún mal mientras vivas aunque ella vaya a vivir una vida muerta y dormida por tu culpa y le besas la frente en un burdo intento de borrar el dolor que le has causado.

Y tu niña interior despertó porque el amor es la paz de la guerra como Venus de Marte porque sólo has de entender que los príncipes [zhfjksdhasujhasjncf] pero no hay amor más verdadero que el que debes tener a tu niña interior y por ende a ti misma. Y no, no cualquier príncipe de pacotilla merece besarla y despertarla a la vida. Y por eso lloré con catarsis como hacía mucho tiempo que no me pasaba porque no me lo permitía.

viernes, 4 de julio de 2014

No molestar

Hace ya unos cuantos años estuve con un chico un año y medio. Lo que tuvimos terminó cuando él decidió besar a una choni random en la discoteca en la que estábamos juntos; él, sus amigos, los míos y yo.

Decidí, en ese momento, mientras los veía juntos a unos pocos metros de mí, decirle con absoluta calma a mi mejor amigo que estaba a mi lado: "dame fuego por favor". Y me encendí un cigarro, pensé en que él se había ido a por bebidas para los dos y ahora estaba enganchado cual pelea de gatos a una choni sin sujetador miembro del club de la lycra blanca... Desconecté el cerebro y fui sólo sentimientos y dije tranquilamente: "voy a tirarle mi móvil a la cabeza, ahora vengo".
Mi mejor amigo me detuvo agarrándome el brazo y dijo: "no, no vas a hacer nada de eso. Te vas a ir de aquí con la cabeza muy alta, ni él ni sus amigos te van a ver llorar ni montar el número y vas a salir de aquí como la señora que eres". Entonces pensé en lo que había visto y estaba viendo, cuando hablé se hizo realidad. Había pasado.

Entonces toda la sangre del cuerpo se fue a mis pies y desapareció, yo era sólo frío y empezaron las imágenes: la playa, las noches, los besos, los atardeceres abrazados mirando el mar, sus amigos, la playa, las risas, las sábanas envolviéndonos desnudos, los buenos días, las palomitas, los cines, su perro, mi hermana, su madre, su abrazo, aquella cena, aquel paseo, su olor, aquella noche de pasión en medio de la nada... ¿Cómo se puede recordar tanto en un instante?

Y el frío gélido se hizo calor y me subió toda la sangre mezclada con alcohol y oleadas de rabia de los pies a la cabeza y una losa se me cayó sobre el pecho y dejé de respirar. La película no paraba y todo el alcohol me golpeó la cabeza y después el estómago y él estaba justo enfrente a unos ocho metros besando a la choni random.

Lloré, grité, me ahogué, no me dejaron tirarle el móvil a la cabeza y me fui de allí, lo eliminé y bloqueé a él y todxs sus amigos aquel 13 de junio. A las seis de la mañana, sin dormir, oliendo a ron barato y cigarros, a desamor con rimmel esparcido por la cara.

Nunca he vuelto a saber de él. Nunca me preguntó qué me pasó para desaparecer así de su vida- presumo que debido a lo poco que signifiqué para él-. Nunca tuve una explicación ni una disculpa pero yo sé construir explicaciones léxico-sintácticas que él no hubiera sabido darme. Me habría gustado tener una explicación o que me diera la cara por sus actos pero no lo hizo y con el tiempo no hizo falta. Sus hechos hablaron más alto que ninguna palabra que pudiera decirme, más o menos como me ha pasado con todos los que han venido después.

Aprendí muchas cosas. Aun hoy agradezco la enseñanza de mi buen amigo diciendo “vete sin hacer ruido, es lo que más jode”.

Ya sé irme sin hacer ruido, de verdad. Después de eso he tenido que volver a marcharme a hurtadillas alguna vez más y cada vez duele menos pero estoy cada vez más desengañada, más escarmentada y con menos ganas de pensar en que hay hombres maravillosos en alguna parte y que no hay que cerrar el corazón y tirar la llave a la fosa de las marianas. Hombres que son algo más que la cabeza no pensante que tienen en la entrepierna, hombres que saben ser hombres y no tienen que demostrarlo todo el rato teniendo sexo con todas las que pueden, compulsivamente, como si su sexo fuera una basura que tienen que ir tirando con presteza donde sea.

Por favor, a todos los que sois así, quedáos con vuestras novias o con la que os dé la gana y dejadme con mi tranquila vida.

Contadle vuestros problemas a un buen terapeuta o a vuestra madre, si no podéis contar con vuestra madre compráos un amigo. Pasad de mí para hablar de vuestra novia o vuestras ex. No soy vuestra amiga y nunca he pretendido serlo y eso es evidente aquí y en todos los países.

No me tiréis la caña porque os apetezco de reserva cuando vuestra novia acabe con vosotros o porque soy una especie exótica que nunca habéis coleccionado. No me escribáis, no me llaméis. No me contéis vuestros miedos, olvidádme todos, pillaos a chonis random, a vuestras ex que os utilizan y os dejarán cuando quieran.

Engancháos a lo cómodo porque yo vivo a cinco horas de avión. Metéos toda la droga del mundo, bebed también ¿por qué no?. Tened tendencias suicidas si os place pero no me lo contéis de madrugada en ningún caso y menos si a los dos días vais a volver con vuestra ex.

¿Tengo que decir que si tenéis novia no deberíais tontear conmigo de día y de noche vía móvil, facebook etc.?

Estoy muy decepcionada y muy enfadada, pero no contigo ni con él. Estoy muy enfadada conmigo y muy decepcionada porque he proyectado y he esperado cosas como siempre. No es culpa de ellos, ellos siempre son así y hacen las cosas así. El problema es mío pero me molesta que me tomen el pelo y me hagan creer cosas que no son con tanto ahínco. Me molesta vuestra falta de empatía y humanidad pero la acepto. Sólo dejadme en paz.

Sólo quiero que me dejéis vivir en paz todos y que seáis muy felices con vuestras novias, vuestras ex y vuestros complejos de Edipo.

De todas formas, como siempre digo, “lo que me pasa es lo mejor que me puede pasar”. La vida aparta de nosotros a esas personas que nos harían más mal que bien, las cosas que no pasan es porque no deben pasar o en eso creo yo.