Desde que las cosas aquí con lxs niñxs
se han salido de madre (festival del humor) todo el mundo me ha
sugerido venganza. Siempre fui una persona muy vengativa y rencorosa
hasta que descubrí el reiki.
Muchas personas me han dicho (y no
negaré que me he sentido muy tentada a ello) que les cocine salado,
picante o aguado a lxs niñxs hasta que me vaya, que les esconda los
juguetes, que de pronto salga agua congelada del chorro de la
ducha...
-Carmen, dice mi mujer si puedes abrir
la puerta del jardín que va a venir el limpiador de ventanas.
Hay cuatro puertas que comunican el
jardín, abrir una cerradura y cerradura en inglés es el mismo verbo
¿cuál será? Abro la que me parece de sentido común y aviso a mi
jefa. -Perdona, he abierto la puerta del jardín, pero ¿a cuál te
refieres concretamente?
-Sí, es que viene el limpia ventanas
hoy.
-¡Ah! ¿Y a qué hora? Porque tengo
curso de inglés y no voy a estar en casa.
Cara de indignación, ojos en blanco,
relinchar de caballo. Tira su bolso al suelo y hace entrar a lxs
niñxs.
-No te preocupes está abierta, -digo
yo- sólo quería confirmar si era esa.
-¡NO! Veo que no lo entiendes, no
puedes entenderlo, es muy frustrante.
Yo pienso “si quieres a alguien que
entienda inglés a la perfección no tengas una au pair española”
es de sentido común.
Me arranca la llave de la mano y abre
un candado para lo cual también se usa la misma palabra. Mientras
tanto unx de lxs niñxs me espeta mientras se pone una mano en la
cintura y con la otra me apunta con un dedito desafiante:
-¿Sabes qué? Tú no puedes entender
lo que te ha dicho mi madre porque no entiendes nada pero Patricia,
mi nueva au pair, va a ser mejor que tú porque ella no necesita ir a
clases de inglés y va a entenderlo todo. No como tú ¡estúpida!
La madre no interviene frente a tal
comentario más que para decir que llegan tarde al colegio. Me da la
llave sin mirarme a la cara me dice que la ponga en su sitio, me da
las gracias acorde a la pose de falsa educación británica mientras
se va hecha una furia, esforzándose en el trato hacia mí en que yo
me sienta mal o tonta. La pobre no sabe, cuanto tiempo llevo lidiando
con personas como ella...
Me quedo sola en casa. Hay
silencio,pero yo oigo muchas cosas en mi cabeza, mi niña interior
tiene ganas de llorar y a mí se me anegan los ojos en lágrimas,
estoy cansada, he dormido mal otra vez, impotente. Siento a mi niña
interior en el sofá para una charla madre e hija mientras le pongo
los zapatos para ir a clase.
“Carmencita, es una señora muy tonta,
ella te habla así porque se siente insegura y necesita hacer sentir
mal a los demás. Es algo muy complicado que hacen los adultos cuando
se sienten perdidos y tú lo sabes. Nadie está frustrado contigo,
ella está frustrada consigo misma y necesita proyectar ¿como esa
máquina que refleja imágenes en el cine? Venga no llores, ¿te
cepillo el pelo? Ahora iremos a clase, tus compañeras tienen ganas
de verte y también la profesora. La profesora me ha dicho que le
caes muy bien es una señora muy divertida ¿a que sí? Tienes que ir
a ver que bromas gasta hoy en clase y reírte mucho. No dejes que te
pongan triste estas personas malas, estás aprendiendo mucho inglés
digan lo que digan. No hagas caso a esa niña que te ha llamado
estúpida, a mí tampoco me cae bien, no va a venir a tu cumpleaños,
ni a trepar a los árboles contigo. ¿Quién se ha creído que es?
Dale un abrazo a mamá, vete en bus hoy, date un capricho que no sea
chocolate, cuando te duele la cabeza no está bien que tomes chocolate,
están siendo unos días difíciles pero eres mi niña valiente ¿a
que sí? Choca esos cinco. Yo te quiero mucho y estoy muy orgullosa
de quien eres”.
Por la noche.
-Lávales los dientes a lxs niños y
mételos en la cama, gracias.
-Buenas noches Catelyn, dulces sueños.
Te veo por la mañana.
-¡Yo no siempre tengo dulces sueños!
¡Cabezota! -y me saca la lengua. Miro a mi niña interior, y le
tiembla la barbilla. Carmencita, no seas sensiblera ya sabes que es
una niña horrible. No seas tan amable con ella, a ti en la
secundaria se te van a comer viva ¿eh? Ven aquí que te dé un
abrazo fuerte. No es nada cariño, es sólo una niña que no tiene
dulces sueños y necesita arruinar los de los demás. No le hagas
caso, juega con tus juguetes y no seas simpática con ella, sólo
educada.
Bajo agotada, me he olvidado de poner
la ropa de los niños en el cesto de la ropa sucia. El cesto está en
la habitación de Catelyn llevo la ropa a hurtadillas de mi jefa
porque la niña “ya duerme”. Entro silenciosa y me asalta una voz
infantil:
-¡Tú! Tú otra vez ¡FUERA DE MI
HABITACIÓN! ¡FUERA! ESTÚPIDA.
Miro a mi niña interior, está
dibujando una "o" perfecta con su boquita rosa abierta y su par de ojos
azules consternados me devuelve la mirada como diciendo ¿ves lo que me ha
dicho? Está a punto de llorar de impotencia o cansancio. Intervengo
rápidamente. Carmencita ven, dame la manita, tienes que ponerte
crema, tienes las manos como un estropajo. Ahora te pongo la crema
que te regaló tu hermanita en navidades que te gusta tanto como
huele a melocotón ¿vale? ¿Trato hecho? Si no chocas esos cinco con
una sonrisa no hay trato.-Le doy su tiempo- eso está mucho mejor. Deja a esa pequeña
Lannister en paz, tú tienes tu propio cuarto, ya has terminado de
hacer tus deberes aquí. Te dejaré mi teléfono para hablar con tus
amigas no estés triste.-No consigo distraerla ni hacerla sonreír, pienso muy deprisa en qué pueda hacerla feliz, ya lo tengo-.
¿Sabes que dentro de muy poco te voy a llevar a la playa?
Sonríe de medio lado, es la sonrisa
más triste que jamás he visto en una niña. Mira al suelo, me da un
tironcito en el brazo y me dice:
-¿Y hará sol?
Le brillan los ojos un poquito.
-Seguro, -le miento con una sonrisa- es
primavera, y si no hace sol te pongo una rebequita un poco alegre y
unos vaqueritos largos y te lo puedes pasar estupendamente. Te voy a
preparar tu comida de verano preferida: ensalada de pasta de tulipanes de colores y ¿sabes que más?
-¿Qué?-ya sonríe de verdad.
-Maíz, tu preferido y surimi.
-Ya no recuerdo a que sabe. Me hace
mucha ilusión. ¿Falta mucho?
-Muy poco, mi amor ya ha pasado lo
peor. Hora del pijama, no hay excusas. A dormir señorita ¿y sabes
quién viene a la playa con nosotras?
-¿Quién?¿Viene alguien? ¡Qué bien!
Me gustaría jugar con alguien, estos niños no son buenos.
-Tu amiguito Toni y va a traer unas
cervecitas bien frías.
-¡Yupi! Toni me cae bien, dice cosas
muy graciosas.
-Pues ya lo sabes, no llores que dentro
de muy poquito mira que bien te lo vas a pasar. Que duermas bien.
A la mañana siguiente, tengo un
catarro importante y tantas ganas de ver a mi familia de acogida como
de tirarme por las escaleras.
Me he despertado a las seis y media por
los gritos y lloros de lxs niñxs como cada día.
Bajo a la cocina, le corto un plátano
a mi niña interior para tomar con los cereales, sé que no tiene
hambre, pero la madre-abuela que llevo dentro no deja de lamentar que
está más flaca. Me digo:“Estos demonios no van a acabar con la
salud de mi niña ¡hombre ya!”
Creo profundamente en la ley de causa y
efecto kármica desde que practico reiki. Si queremos paz, debemos
estar pacíficos, si queremos amor, debemos estar amorosos. Lo que
pongamos en el Universo tiene su eco en nuestra existencia y por eso
no me he vengado. Pienso que lo que sea que me esté pasando lo debía
por algo. Pienso que siempre, lo que me pasa es lo mejor que me puede
pasar y todo pasa por algo. Me encuentro con la sorpresa de que la
venganza no me aporta nada, no como antes. Ahora entiendo las cosas
de otra forma.
-Carmen.
Mi niña interior y yo salimos de un
brinco en la silla de nuestro ensimismamiento al oír que nos llaman.
-¿Sí?
-Tengo una mala noticia. Ayer me mandó un correo la otra au pair que iba a venir aquí diciendo que al final no va a trabajar para nosotros. Se va con otra familia al centro de la ciudad. La niña ha llorado toda la mañana, ya le había enseñado fotos de ella y ya se había hecho a la idea... Por eso no estamos muy felices. No sé por qué la gente hace estas cosas. He cancelado varias solicitudes de otras chicas por ella y ahora no tenemos a nadie. Voy a tener que dejar mi trabajo y perder mucho dinero.
-Tengo una mala noticia. Ayer me mandó un correo la otra au pair que iba a venir aquí diciendo que al final no va a trabajar para nosotros. Se va con otra familia al centro de la ciudad. La niña ha llorado toda la mañana, ya le había enseñado fotos de ella y ya se había hecho a la idea... Por eso no estamos muy felices. No sé por qué la gente hace estas cosas. He cancelado varias solicitudes de otras chicas por ella y ahora no tenemos a nadie. Voy a tener que dejar mi trabajo y perder mucho dinero.
Mi niña interior se tapa la boca con
las dos manos, con la mirada traviesa y se ríe haciendo “jijis” de pronto, le tira globos de agua de colores a su cara perfecta y su pelo recién arreglado:
“¡toma señora tonta! Esto por hacerme llorar cada día" y le saca la lengua
con los brazos en jarra inclinándose graciosamente hacia ella. La
reprendo con la mirada y le alzo la voz: ¡Carmencita! ¿dónde están
tus modales? No está bien alegrarse de que las cosas no vayan bien a
las personas.
Se le hace un nudo en la garganta, los
ojos vidriosos y le tiembla la barbilla.
-Perdona mamá, no lo haré más ¿sigo
pudiendo ir a la playa? Por favor, es que son muy malos conmigo, no lo haré más...
Educar a mi propia niña interior es
muy difícil. Obviamente le he dicho que va a ir a la playa de cabeza
y no sentía lo que le he dicho. Sé que no está bien, que no es de
ser buena persona y que todo tiene su eco y efecto en el Universo.
Pero mientras voy en pos de alcanzar Satori, en esta vida o en las
próximas, lo reconozco; me he alegrado profundamente de ver que a
veces la justicia existe y que las leyes kármicas me tienen presente
también en mi favor.